lunes, 9 de diciembre de 2019

JUEGOS DE CONSTRUCCIÓN


Estoy segura de que habéis oído hablar muchas veces de los juegos de construcción y que incluso vuestros hijos tienen no sólo uno, sino dos o en algún caso más de dos de ellos en casa. Pero sabemos realmente por qué nuestros hijos no siempre juegan de la misma forma con ellos o qué capacidades desarrollan este tipo de juego. A continuación podéis encontrar más información acerca de los juegos de construcción, os sorprenderá la multitud de beneficios que regalan al desarrollo de vuestros hijos. No os lo perdáis.
¿EN QUÉ CONSISTEN?
    Se trata de un conjunto de piezas, de formas iguales o diferentes, con las que pueden hacerse múltiples combinaciones, creando distintas estructuras.

ETAPAS EN EL JUEGO
    En las primeras etapas  se trata sobre todo de un proceso de manipulación de las piezas, de observar colores y texturas, que cada vez son mayores. Las agrupan, las lanzan, las meten y las sacan de la caja o bolsa, las comparan unas con otras, etc. No es hasta aproximadamente dos años cuando se  entretienen apilándolas en torres, y más adelante esas construcciones irán tomando diferentes esculturas de una forma cada vez más creativa. A continuación podemos ver algunas fases más claras:
1. Observación y manipulación: el niño descubre las piezas y se familiariza con ellas. Siempre con ayuda de un adulto, el niño aprende a encajar las piezas del puzzle.
2. Experimentación y coordinación: se divierten encajando piezas y elevando torres, desmontándolas o al ver cómo se derrumban! 
 3. Pre-construcción e imitación: el niño logrará hacer construcciones imprecisas, dándole nombres de animales o edificios, sin que se asemejen a objetos reales. 
  4. Etapa de construcción: durante esta etapa mejora su coordinación motora fina al construir con mayor destreza. Sus creaciones van aumentando en nivel y grado de dificultad, favoreciendo el desarrollo de su inteligencia.

BENEFICIOS DE LOS JUEGOS DE CONSTRUCCION

1.    Favorecen el desarrollo de las habilidades motoras finas, en los inicios el acto de coger los bloques sirve como practica para agarrar los objetos, y fortalecer los dedos y las manos del niño. Más adelante al requerir destreza para montar los bloques sin que caigan, mejoran la coordinación ojo-mano y fortalecen sus dedos y sus manitas.

2.    Aumentan su creatividad y estimulación mental: el niño aprende a pensar de manera lógica. Después de varios intentos de construir algo y viendo los bloques caerse, el niño aprende que los bloques tienen que estar dispuestos y colocados correctamente para lograr su objetivo.  Los niños más grandecitos se darán cuenta de que necesitan una base fuerte para que su castillo no se caiga. Estas habilidades de pensamiento lógico son cruciales en el desarrollo intelectual de los niños.

3.    Desarrolla su vocabulario: los pequeños aprenden los nombres de los colores, formas y tamaños de bloques de construcción.

4.    Mejoran sus habilidades matemáticas: Las habilidades matemáticas se agudizan cuando un niño aprende a sumar o restar el número de bloques de construcción necesarios para construir una estructura. Por lo tanto, es fácil ver por qué los bloques de construcción son una gran herramienta de aprendizaje preescolar.

5.    Fomentan la interacción social : los bloques de construcción son el tipo de juguetes que un niño puede compartir con otros. Ésta es una de las primeras formas de trabajo en equipo.

6.    Mejoran notablemente la concentración. Tanto si juegan solos como en equipo, las construcciones les exigen la máxima concentración. Cualquier despiste puede ser una “catástrofe” para su estructura… Por lo que no es extraño oír padres y madres que digan: “¡Mi hijo se entretiene un montón con los bloques!”.

Como veis, los juegos de construcción no son solamente un montón de piezas que desparramar. Además de entretenerlos, tienen múltiples ventajas para su desarrollo integral, por lo que se convierten en un gran aliado de los niños en edad preescolar. Eso sí, nunca debéis forzar a vuestro pequeño a que aprenda o descubra. Todas estas, y otras, habilidades deberá encontrarlas por sí mismo. Vosotros sólo estaréis a su lado para aquello que necesite. Al fin y al cabo sólo es el principio de toda una vida de descubrimientos infinitos.



JUEGO HEURÍSTICO


Es una actividad que aprovecha las acciones espontáneas de los niños y niñas, al tiempo que las potencia. El niño aprende a descubrir por sí mismo las cosas, realizando aprendizajes individuales ya que entre gran cantidad y variedad de elementos, seleccionan, distinguen, comparan, los colocan en serie, apilan, introducen, los hacen rodar, concentrados y con una capacidad de manipulación en desarrollo y satisfacción por la actividad.
Al mismo tiempo, en ocasiones se produce la interacción entre 2 ó 3 niños que comparten e intercambian el material.

¿QUÉ  SE TRABAJA?
En el juego heurístico el niño es el protagonista de sus aprendizajes (investiga, descubre…), parte de lo que sabe cada niño/a, facilita el aprender de él y de los otros. Favorece el aprendizaje por descubrimiento, el conocimiento de la realidad, la autoestima y respeta el ritmo y las necesidades de cada niño/a. El juego heurístico  también desarrolla capacidades cognitivas (comprender, relacionar, conocer…), perceptivas (visión, oído, tacto, gusto, olor), corporales (motricidad gruesa, fina), éticas (respetar, colaborar…),  afectivas (disfrutar, valorar, querer...), sociales (colaborar, compartir…).Los/as niños/as descubren a través de los sentidos las características de los objetos que manipulan, realizando así nuevos aprendizajes.

Con el desarrollo del juego heurístico se buscara desarrollas las siguientes capacidades:

- Dar un gran paso en la estructuración de su pensamiento.

- Aumentar la capacidad de comprensión verbal debido a que relacionan hechos y sucesos concretos con el lenguaje.
- Concentrar la atención en su propia actividad con los objetos y en las orientaciones que da la maestra.
- Conocer algunas propiedades de los materiales que manipulan y cómo se comportan éstos cuando entran en contacto entre sí.
- Trabajar de un modo autónomo, cada uno a su ritmo y con libertad para elegir los materiales.
- Experimentar sentimientos de éxito y satisfacción en su actividad.
- Valorar, conservar y respetar el material.
- Aceptar y respetar la presencia de otros niños.
- Poner en práctica un tipo de actividad que estimula la colaboración con el adulo.
- Mantener un ambiente de calma y silencio para un buen desarrollo de la actividad.
- Investigar, experimentar, hacer sus hipótesis a través de la manipulación del material.
- Percibir a través de los sentidos una gran cantidad de experiencias e información del entorno.
- Adquirir nuevos conocimientos a través de su propia acción
- Generar un ambiente exento de las agresiones mutuas que don frecuencia se producen en los niños de estas edades debidas a su gran movilidad y a su todavía incipiente capacidad de comunicación.
- Adquirir hábitos de trabajo.

¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DEL ADULTO?

El adulto ha de estar presente físicamente para dar seguridad a los niños, pero no es necesaria su intervención. Al principio, les comunica el comienzo de la actividad y elige solo 3 ó 4 tipos de objetos (que irá variando en cada sesión) y los coloca de forma atractiva y adecuada. Pero a lo largo de la sesión su actitud es meramente observadora, salvo que se necesite su intervención en algún momento puntual para reorganizar el espacio o el material o mantener un clima favorable. Disponible, pero sin interferir en la actividad, sin verbalizar las acciones del niño, sin hacerle sugerencias. Los anima fundamentalmente a través de su mirada. A la hora de la recogida, su papel es algo más participativo. Cuando percibe que el interés decae, invita a los niños a introducir cada objeto en su bolsa correspondiente hasta que esté todo clasificado y recogido, aprovechando para indicarles el nombre del material, la cantidad y el lugar dónde se encuentra en relación con los demás objetos (debajo de, allí hay dos tapones, etc.).
La adulto se vera beneficiado en:
-La observación tranquila de las acciones de los niños sin intervenir en ellas.
-Un mejor conocimiento de cada niño y de su ritmo.
-Un enriquecimiento de la imaginación y la creatividad mientras recolecta los materiales.
-El aprender junto a los niños, dándose cuenta de sus posibilidades creativas.
-Una reflexión sobre la propia formación.
- Observará con tranquilidad la actuación de los niños y niñas, y de este modo conocerlos mejor.

 ¿Qué observa y por qué?
La educadora debe controlar tanto el progreso de los niños como la evolución de la tarea educativa que se ha propuesto.
Tiene que saber qué quiere conseguir, qué medios debe poner en juego, si se está obteniendo, o no, los resultados que pretendía y si estos resultados son los que necesitan todos y cada uno de los niños. Y saber qué modificaciones debe proponer en: duración de la actividad, material ofrecido, adecuación del espacio y su intervención en tanto persona adulta y al ambiente en general.
Cuestiones que pueden ayudar a reflexionar:
- ¿los niños son activos? ¿Combinan materiales, o se aburren y perturban el juego? ¿Por qué?
- ¿Tienen iniciativa propia para actuar o necesitan que la educadora les oriente y anime?

- ¿Se concentran en la actividad? ¿Se distraen? ¿Se dispersan? ¿Cuánto tiempo dura su concentración? ¿La actividad de cada niño es variada? ¿Encuentra nuevas posibilidades según el material o se estanca en un solo tipo de acción u objeto?
- ¿El material propuesto es el adecuado? ¿Hay demasiado? ¿Es insuficiente?. Cuando llega la hora de recoger, ¿qué es lo que entienden los niños que se les pide?
- ¿El ambiente es lo bastante tranquilo?

¿QUÉ MATERIALES  UTILIZAMOS?
El material se organiza en continentes y contenidos.
Los continentes son cajas de distintos tamaños.
Los contenidos son colecciones de tapones de corcho, rollos de papel higiénico, tapones de pástico, vasos de yogurt, botellas vacias, rollos de papel de cocina y pinzas de la ropa.




¿CÓMO SE DESARROLLA?
Al inicio de cada sesión, la educadora prepara el aula donde se desarrollará el juego apartando todo el material que no se va a utilizar y dejando espacio libre para los elementos del juego heurístico.
Selecciona 3 ó 4 tipos de objetos y saca de la bolsa las 25 unidades de cada clase de objetos, y prepara los contenedores.
En el suelo del aula, en 5 puntos equidistantes, coloca sendos “focos de material”. Cada foco está constituido por un puñado de objetos de los tres o cuatro tipos seleccionados y por algunos contenedores. Retira las bolsas, y se sienta en una silla y permanece sentado mientras va observando la actividad, preparado para intervenir cuando sea conveniente, y dando seguridad a los niños y niñas. Se ha de mover lo menos posible, sólo cuando sea imprescindible.
Esta actividad debe darse en un ambiente tranquilo que favorezca la concentración y la acción y que estimule la participación. El tiempo estimado de duración será entre 30 y 40 minutos, de los cuales se utilizan 20-25 minutos para el juego y el resto para organizar el material.
  El espacio del aula debe de ser lo más amplio y diáfano posible, evitando los materiales que pudieran distraer su atención. También es necesario crear un clima tranquilo con el menor número de interrupciones posibles.

PRIMERA PARTE: EXPLORACIÓN  Y MANIPULACIÓN
Los niños encuentran el material esparcido por el suelo, o bien observan cómo la educadora lo va esparciendo. Actúan libremente con los objetos, los exploran y los combinan a su aire de maneras muy diversas: meter y sacar, llenar y vaciar, abrir y cerrar, alinear, hacer que se deslicen, agrupar y separar, emparejar, colgar y descolgar, tapar y destapar, añadir y restar, apilar, encajar, vaciar, estirar, apretar, comparar, empujar o pulsar, girar, oscilar, modificar su apariencia.
Al combinar los materiales descubren que las cosas caben o no unas dentro de otras, se aguantan o se caen, unas son más grandes o más pequeñas, algunas ruedan y otras se mantienen quietas, encajan o no etc… De esta forma los niños van tomando conciencia de las leyes de la naturaleza (de la gravedad, del equilibrio), y de las propiedades de los objetos (dimensiones, volumen, peso).
Esta primera parte puede durar unos 20 o 25 minutos, a veces más. El tiempo viene determinado por el grado de concentración de los niños en la actividad. Cuando la atención de algunos niños empieza a decaer, es un buen momento para finalizar.
Al mismo tiempo puede haber excepciones, por ejemplo cuando resulta imposible conseguir un clima general de concentración se puede concluir aunque sólo hayan pasado 5 minutos.

SEGUNDA PARTE: RECOGIDA
Debe ser considerada como una actividad en sí misma y ahora si es el adulto el que dirige la actividad. Se lleva a cabo una vez terminado el periodo propiamente de juego y consiste en estimular a los niños a recoger todo el material y a guardarlo de forma organizada  dentro de la caja correspondiente; debería ser igual de tractiva que la anterior. Los materiales se recogerán por colecciones, cada colección de elementos irá en su continente correspondiente.
Es una continuación de la primera y es tanto ó más interesante que aquella ya que: ejercita la movilidad de los niños al trasladarse de un lado a otro para llevar las piezas, estructuran el pensamiento al clasificar los objetos por bolsas y “colocan” la palabra del adulto sobre cada uno de los objetos y acciones con las que interactúan.


domingo, 1 de diciembre de 2019

Actividades cotidianas para mejorar la motricidad fina


El día a día, las actividades cotidianas de cualquier hogar y familia, están repletas de oportunidades que pueden favorecer el desarrollo de la función manipulativa y que no implican un gran esfuerzo. El hecho de que se produzcan de forma rutinaria hace que se puedan incorporar a determinados roles del niño, que tenga sus pequeñas responsabilidades en la vida del hogar. Además, son gratis, siempre están accesibles, apenas requieren introducir cambios, se pueden poner en marcha desde el minuto 1 y son fácilmente adaptables en grado de dificultad.

En la cocina y a la hora de comer
·  Preparar la panera con trozos de pan partidos con las manos.
· Partir en trozos las verduras que luego vayan a ser hervidas, como las zanahorias, acelgas, las hojas de espinaca...
· Colaborar en la elaboración de la ensalada troceando las hojas de lechuga con las manos, echando aceite y/o vinagre de una botella que cuente con un agujero pequeño y que requiera ejercer presión en el envase de plástico, apretando con las manos. También pueden emplearse los de tipo spray.
·  Ser el responsable de servir en los platos algunas salsas o cremas desde envases de plástico o Tetra Brik, con orificio muy estrecho, como mayonesa, tomate Ketchup, tomate frito, nata...
· Pelar el plátano, la mandarina o la naranja (pueden presentarse con algunos cortes previos que faciliten su retirada).
· Elaborar el zumo exprimiendo las naranjas en el exprimidor, solo o en colaboración del adulto.
·  Preparar brochetas de fruta con palos de madera.
· Que sea el propio niño quien se abra los postres lácteos (puede necesitar que se le levante previamente una esquina).
·   Trabajar masas para hacer pizzas, pan, empanadas o postres. El niño puede amasar, pasar el rodillo para alisar, hacer marcas, obtener figuras de moldes..
· Usar mangas pasteleras de boquilla estrecha.
· Animar al niño a que trocee algunos alimentos con el canto del tenedor, como salchichas, barritas de pescado, una hamburguesa fina, pescado...
·  Introducir el uso de las tijeras de seguridad para cortar alimentos como si fuera un cubierto más (al ser una actividad bilateral con cierta exigencia, le podremos ayudar estabilizando el alimento).

A la hora de la compra
·   Ser el encargado de empujar el carro o llevar la cesta.
·  Ayudar a colocar productos pesados, como el agua, la leche, el detergente, el suavizante, el saco de patatas...
· Colocar los productos en la cinta de caja.
·  Colaborar en el transporte de las bolsas de camino al coche, a casa...
· Organizar los productos comprados (y pesados) en sus lugares habituales en la cocina o despensa.
·  Separa los envases presentados en pack, como yogures, flanes...
·   Abrir las cajas de la leche, romper los plásticos de los packs de agua...

Con la ropa
·  Si se tiende la ropa y llega al tenderete, que pueda ser el encargado de colocar y recoger las pinzas (en el mercado existen mucho modelos con diferentes tamaños y durezas). Puede pensarse en poner una cuerda a su altura.
· Recoger la ropa, especialmente la de tamaño mediano y grande, ya que tendrá que tirar de ella con energía para lograr retirarla.
·   Encargarse de pasar la ropa mojada de la lavadora a la secadora.
·   A la hora de cambiar la ropa de cama (sábanas), puede ser el encargado de quitarla.

El reciclaje
·   Podemos nombrarle el encargado de asumir esta tarea que, por lo general, les suele encantar a los niños.
· Hacer trozos los catálogos, trípticos, cartas o papeles que ya no queramos. Pueden usarse también las tijeras.
·  Romper y aplanar las cajas de las galletas, cereales y otros alimentos o productos.
·  Aplanar los Tetra Brik de la leche, zumo, batidos...

En el baño
· Abrir los envases del gel, champú, suavizante...
·  Usar envases con dosificador (los que hay que apretar arriba para que salga el producto).
·  Echar en la mano o esponja estos productos.
·  Enjabonarse con la esponja (aunque luego el adulto deba darle un último repaso).
· Usar, como elemento de juego en la bañera, jeringuillas de diferentes tamaños, botes con los que hacer trasvases de agua...
·  Aplicarse la crema corporal él mismo.
·  Retirar el tapón del dentífrico y aplicar la crema.
·  Cepillarse los dientes con un cepillo vibrador o de cabezal rotante.

domingo, 17 de noviembre de 2019

Consejos para el desarrollo del lenguaje


-  Habla a tu hijo. Aprovecha cualquier situación para “conversar”; si estás cocinando: “Mira, esto es una cebolla” o “¿a ti te gustan las zanahorias?” mostrándole una.  Hablándole siempre con palabras cortas y frases sencillas, e ir aumentando  poco a poco la dificultad.
-  Prestar atención y responder a cualquier intento de comunicación del niño.
-  No interrumpir  el discurso del niño para corregirle ni obligarlo a repetir lo que ha dicho mal. Es recomendable, en lugar de eso, repetir lo que ha dicho el niño de una forma correcta, por ejemplo: el niño dice “pelito bueno” y el adulto responde “tienes razón, ese perro es muy bueno.
-  No repetir el adulto aquellas palabras, que a pesar de parecer graciosas, el niño pronuncia mal.
-  Utilizar la expansión.  Cuando el niño dice frases de una palabra, como “agua”, el adulto le contesta: “¿Quieres agua? Pues te daré agua en tu vaso azul.”
-  Anímalo a pedir aquello que desee. Evitar dar por sentado que entiendes sus gestos para que el pequeño se esfuerce en su necesidad.  
-  No responder en su lugar. Cuando alguien le pregunte dejar que el niño conteste aunque diga cualquier respuesta y no sea lo esperado.
-  Mantén la calma si tu hijo se acerca para contarte algo. Dale la oportunidad de hacerlo a su ritmo y no lo interrumpas.
-  Contar cuentos a diario. Un momento muy adecuado es justo antes de irse a dormir, tenerlo como una rutina más del día a día.
-  Cantarle canciones.
-  Jugar a soplar. Hacer pompas de jabón, hacer girar molinillos, soplar bolitas de papel haciéndolas correr hacia distintos lados, hacer pedorretas, etc.
-  Jugar a emitir sonidos, bien de acciones de objetos (sonido de un timbre, de campanas, de una sirena…)  o de onomatopeyas de animales.
-  Ejercitar los órganos que intervienen en la fonación: con la masticación (evitando  comidas en pasado), mandar besitos, hacer gárgaras…
-  Evitar el uso de chupete.

viernes, 18 de octubre de 2019

LA IMPORTANCIA DE LOS LÍMITES


    Poner límites es preparar a los niños para adaptarse a diversas situaciones de la vida cotidiana y  también es ayudarlos a tolerar la frustración. Con los límites se descubre la existencia del otro, y por lo tanto la propia existencia. Se distingue hasta donde tú y hasta donde yo, cómo eres y cómo soy.

     Los padres son las figuras de referencia para sus hijos, y es su labor enseñarles lo que está bien y lo que está mal. Desde pequeños, tienen que aprender que no todo está permitido. Toda norma implica una obligación que hay que cumplir y unos derechos que se han de respetar.

     El establecimiento de normas y límites en el contexto familiar supone uno de los factores de protección más significativos para reducir la probabilidad de aparición de conductas de riesgo, tanto en la infancia como en la adolescencia. El papel de los padres en este ámbito se centra en establecer y aplicar unas normas claras, pertinentes y razonables.

Beneficios de los límites

  •  Dan seguridad, los límites son  utilizados por los padres como herramienta para enseñar la manera de actuar ante diferentes situaciones. Marcan el camino a seguir por el niño y eso da seguridad
  • Son esenciales para su educación. Educar a los hijos significa acompañarles durante su desarrollo con cariño y dedicación  para ayudarles a ser personas equilibradas.  Para conseguirlo es importante saber decir “no “ a tiempo.  Al hacerlo se irán configurando los  límites y las normas que conseguirán que el niño sea más hábil emocionalmente.
  • Transmiten valores. Al principio estas reglas solo son normas que hay que cumplir, pero a medida que se van poniendo en práctica, los niños van interiorizando y van aprendiendo los valores que hay detrás de ellas: respeto, solidaridad, paciencia, etc.
  •  Les ayudan a “portarse bien”. Los límites van marcando al niño cómo ha de actuar. Al seguirlos habrá mayor probabilidad de que el niño tenga buenos comportamientos y recibirá mayor número de elogios y esto ayudará a la creación de una alta autoestima.


Es importante que las normas o límites sean:

  • Realistas: Las normas han de ser posibles de cumplir y estar ajustadas a la realidad, la edad, habilidades y grado de maduración de los hijos. Frases como “pórtate bien” son poco claras para él. Es preferible explicarles lo que esperamos que haga de forma correcta y en ese momento: estar sentado con nosotros, hablar bajito, ir de la mano…
  •  Claras: las normas  han de ser entendidas para poder ser cumplidas. Los hijos deben saber exactamente qué es lo que se espera de ellos y qué clase de consecuencias pueden esperar en caso de no cumplirlas.
  • Mensaje en positivo. En lugar de decir continuamente frases como “no corras” o “no grites”, es preferible pedirle la conducta esperada: “camina a mi lado”, “habla despacio”. Diciendo “no, no, no”, solo  señalamos lo que está  mal, pero no le decimos lo que está bien, lo que esperamos que haga.
  •  Explicar el porqué de cada regla. Cuando se aplica un límite lo mejor es explicarle al niño  porqué tiene que obedecer y cumplirlo. Entendiendo la razón los niños pueden desarrollar valores internos de conducta o comportamiento y crear su propia conciencia.
  • Ser firmes, coherentes y congruentes: es decir, sí significa sí y no significa no. Además, los papás que no respetan las normas y las consecuencias que establecen suelen tener hijos que tampoco las respetan. No hay que olvidarse que los niños aprenden observando a los adultos, especialmente los padres.


A tener en cuenta

Los límites deben ser mantenidos y,  en lo posible, acordados por ambos padres. Si pensamos que el otro progenitor se ha excedido, tendremos que hablar con él sin el niño presente y valorar la modificación del castigo siempre que se esté de acuerdo. El progenitor que ha puesto el castigo será el encargado de modificarlo.

Debemos mantener el “no” que hemos dado, tolerando la rabia que este pueda generar,  y ayudándole a tolerar él mismo el proceso de frustración.  Poco a poco irá disminuyendo.

El hecho de establecer unas normas o reglas con los niños desde que son pequeños, supone una manera positiva de encauzar su desarrollo, sobre todo en el ámbito emocional. Ser pacientes, constantes y animarlos a intentarlo, ya que nunca es tarde para poner límites.

domingo, 13 de octubre de 2019

EL LENGUAJE DE 0 A 3 AÑOS


     El lenguaje es, sin duda, la forma principal, y la más compleja, que utiliza el ser humano para comunicarse. Adquirir el lenguaje significa aprender sus mecanismos formales y utilizarlo como instrumento de comunicación.
    Tanto para prevenir trastornos del lenguaje como para enseñar los mecanismos lingüísticos formales, es necesario conocer las etapas evolutivas del desarrollo del lenguaje en estas edades tempranas.

El lenguaje durante el primer año

    El bebé discrimina perfectamente el volumen, el timbre y el tono  de la voz. SU forma esencial de comunicación es el llanto, pero a partir del cuarto mes ya emite donaciones con distintos tonos, disfrutando de sus propios sonidos. A los 6 meses puede emitir silabas, como pa, ma, ba, da, ta, ga, ja, y a partir de los 7-8 meses balbucea articulando sílabas dobles como papa, mama, baba, además de repetir cadenas de consonante-vocal con ritmo y entonación. Alrededor del año comienza la etapa de “holofrase”: el niño utiliza una palabra (poco clara) como una construcción gramatical de múltiples significados.

El lenguaje durante el segundo año

    A los 12 meses, el lenguaje gestual aún es el protagonista de la comunicación del niño.  Suele utilizar algunas palabras que oye con frecuencia para expresar un pensamiento completo. A partir del año y medio, incluso antes, dispone de más facilidad para combinar dos palabras en la formación de frases y utiliza un lenguaje “telegráfico”. Cuenta sus experiencias en tiempo presente, mantiene monólogos mientras juega solo, imita la conversación de un adulto y comienza a realizar preguntas como un medio de relacionarse.

El lenguaje durante el tercer año

    El lenguaje comprensivo progresa con rapidez, compre frases largas y complejas, reconoce el significado de muchos verbos  y señala las imágenes de las acciones que nombra el adulto. Comprende mejor las preguntas que le hacen y responde a ellas, primero con acciones y gestos y después de forma oral. Identifica los objetos por su nombre y su uso, y va entendiendo los adjetivos y preposiciones.
    Al comenzar el tercer año forma frases de dos palabras, de vez en cuando añade una tercera, y su lenguaje es bastante telegráfico. Utiliza pronombres pero suele confundirlos.
    Alrededor de los dos años y medio plantea y responde preguntas con habilidad, comienza a expresar sus sentimientos y forma frases más complejas utilizando palabras de relleno, como las preposiciones. En ocasiones cambia un sonido de una consonante más difícil por otro más fácil, por ejmplo, “dosa” por “rosa”. Y es a partir de los 30 meses cuando aplica reglas gramaticales y utiliza las formas de algunos verbos. Le gusta participar en conversaciones, discriminar sonidos, las retahílas, las canciones, los juegos de preguntas y respuestas, etc. Todas esas actividades le ayudan a integrar y organizar la nueva información sobre el lenguaje y favorece su futura habilidad para la lectura.

Fuente: Dimensión Nubaris

domingo, 29 de septiembre de 2019

CONTROL DE ESFÍNTERES


¿Qué es importante antes de iniciar el control de esfínteres?
  •  Antes de retirar el pañal, es conveniente establecer una fase previa para ir concienciando al niño de diversas maneras, tanto explicándole que dentro de poco le quitaremos el pañal, como realizando una serie de refuerzos verbales.
  • Reforzar al niño cada vez que nos avise que lleva el pañal sucio. Si no se da cuenta, ayudarle a identificarlo mediante juegos y gestos: “¿Qué hay en el pañal?”, “ huele mal”, etc.
  • Cambiarlo enseguida cuando manche el pañal, ya que así aprenderá a valorar lo importante que es estar limpio. Al  terminar, decirle frases como “¡qué limpio!” o “¡qué bien hueles!”.
  •  Pedirle colaboración en el cambio de pañl: preparar el limpio, coger las toallitas, tirar  a la basura el sucio…
  • También es importante que vaya practicando con la ropa, aprendiendo a bajarla y subirla con autonomía.
  •  Familiarizar al niño/a con el váter y/o el orinal. Pedirle que se siente en momentos determinados, como antes de ir a dormir o cuando se levante, y que esté un ratito. Si hace pis o caca, le alabaremos y le reforzaremos con algo material (solo al  principio), dependiendo de los intereses del niño: un lacasito, una pegatina…Pero si no lo hace, no pasa nada.
  •   Jugar con muñecos a llevarlos al baño, a ponerles  y quitarles la ropa.
  • Leer cuentos en los que se narre la situación de ir al baño y dejar los pañales.
  • Contar los progresos  a la abuela, a su hermano y  a otras personas de su entorno, ello aumentará su autoestima y reforzará los avances.




No olvides:
   Hay niños que logran alcanzarlo en poco tiempo, y otros que necesitan más.
 No podemos presionar al niño para que lo consiga cuanto antes.
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jueves, 26 de septiembre de 2019

ADIVINA LO QUE SIENTO


¿QUÉ EMOCIÓN ES?


LA ASAMBLEA


Las rutinas escolares en Educación Infantil son la base metodológica, psicológica, afectiva y social para la estructuración de una jornada escolar. A través de ellas se trabajarán los distintos contenidos y objetivos para el desarrollo de las diferentes capacidades. Pues bien, una de estas rutinas, quizás de las más importantes, es la de la Asamblea, por la cantidad de tareas que se realizan en ella y por la importancia de las mismas.
La asamblea, en educación infantil se define como un “momento de encuentro” cuyo motor es la conversación.

¿Cuándo y dónde se realiza?
Cuando llegamos por la mañana, lo primero que hacen los niños es jugar un ratito con sus compañeros, interaccionan y se van dando la bienvenida en el nuevo día en el cole.
Tras ese ratito nos reunimos en el rincón de la asamblea o de los buenos días. Todos nos sentamos, ellos en la colchoneta en torno a la seño, que se sentará en una sillita, para estar a su altura poder mantener una mirada a los ojos mientras se realiza la actividad. En ese rincón encontramos el mural de la asamblea.

¿Qué se hace en ella?
Esta actividad se inicia con la canción de buenos días“Sal solito”:
“Sal solito, caliéntame un poquito. 
Para hoy, para mañana,
para toda la semana:
lunes, martes, miércoles,
jueves, viernes, sábado y domingo.”
(Canción que se reforzará en lengua de signos.)

El mural de la asamblea, marcará la rutina de la actividad. Primero vemos qué niños han venido al colegio y ponemos su foto en el cole, si alguno está malito, y no ha venido, ponemos su foto en la casita que hay junto al colegio.
Después vemos qué tiempo hace y lo marcamos en la “ruleta del tiempo”.
Y por último hablamos de la estación en la que estamos y decimos una rima o poesía referida a ella.

Aprovechamos, antes de levantarnos, y ya que esta es la actividad que precede a la ficha, hablamos un poco de ella en el corro. Si vamos a hacer una ficha de el círculo hablaremos de qué cosas conocemos con forma de círculo; si es sobre colorear unas botas catiuscas, hablaremos sobre la ropa de otoño, etc.
La duración de la sesión dependerá del interés mostrado por el grupo con el que se trabaja y según como respondan. Es importante y muy difícil mantener la atención. Una duración media puede ser entre diez y quince minutos. 
Debe ser flexible y adaptativa al grupo que va dirigido para fomentar la participación de los niños. La rigidez no funciona. Por tanto, dejar que los niños se expresen y participen espontáneamente y trazar una estrategia de conversación para provocarlo.

¿Qué beneficios tiene?
La asamblea nos  sirve para desarrollar los siguientes ámbitos:
ü El Lingüístico:
La asamblea es uno de los momentos en los que se potencia el desarrollo lingüístico de nuestros alumnos, pues se les da la oportunidad de hablar, de expresar sus necesidades y sentimientos.  También se adquiere y amplia vocabulario.
 Por otro lado, ayuda a superar la timidez poco a poco, sobre todo la que a algunos les impide al principio hablar en público.
Otro objetivo educativo, de los más importantes, que trabajamos en la asamblea es la obtención de normas comunicativas, como respetar el turno de palabra y escuchar a los compañeros.

ü En cuanto al desarrollo Social:
La asamblea constituye uno de los momentos en los que más se fomenta la socialización a lo largo de la jornada, ya que en ella se potencia el compañerismo, la amistad, la solidaridad, el respeto y la socialización. Todo ello, basado en el fomento del sentimiento de pertenencia a un grupo, un grupo de iguales. En ella, además, se consiguen lazos de unión de la maestra con los alumnos, y también entre los iguales.
En definitiva, en la asamblea pretendemos que los niños y niñas se relacionen con sus compañeros de forma positiva, esto implica la construcción de su autoconcepto y su autoestima de manera positiva también, reforzando siempre las normas de convivencia.

ü  En cuanto a lo Cognitivo:
Es un momento ideal para indagar sobre los conocimientos previos que tienen los niños sobre un tema o concepto, para saber de qué nivel tenemos que partir en el desarrollo y trabajo de las actividades. Además, en ella se fomenta el desarrollo del pensamiento del niño/a, se realizan muchos aprendizajes relacionados con los centros de interés o unidad didáctica que estemos trabajando, adquiriendo conceptos básicos, números, abecedario, colores, etc.
Otro de los beneficios que nos regala la asamblea es que en ella se desarrolla la atención, consiguiendo cada vez periodos más prolongados de la misma, y la observación.
Y, no debemos olvidar, que también se potencia la memoria del niño, a través de la repetición de rimas, poesías y canciones que el niño acaba aprendiendo.