miércoles, 8 de abril de 2020

Actividades de la vida cotidiana para mejorar la motricidad fina


El día a día, las actividades cotidianas de cualquier hogar y familia, están repletas de oportunidades que pueden favorecer el desarrollo de la función manipulativa y que no implican un gran esfuerzo. El hecho de que se produzcan de forma rutinaria hace que se puedan incorporar a determinados roles del niño, que tenga sus pequeñas responsabilidades en la vida del hogar. Además, son gratis, siempre están accesibles, apenas requieren introducir cambios, se pueden poner en marcha desde el minuto 1 y son fácilmente adaptables en grado de dificultad.

En la cocina y a la hora de comer
Preparar la panera con trozos de pan partidos con las manos.
Partir en trozos las verduras que luego vayan a ser hervidas, como las zanahorias, acelgas, las  hojas de espinaca...
Colaborar en la elaboración de la ensalada troceando las hojas de lechuga con las manos, echando aceite y/o vinagre de una botella que cuente con un agujero pequeño y que requiera ejercer presión en el envase de plástico, apretando con las manos. También pueden emplearse los de tipo spray.
Ser el responsable de servir en los platos algunas salsas o cremas desde envases de plastico o Tetra Brik, con orificio muy estrecho, como mayonesa, tomate Ketchup, tomate frito, nata...
Pelar el plátano, la mandarina o la naranja (pueden presentarse con algunos cortes previos que faciliten su retirada).
Elaborar el zumo exprimiendo las naranjas en el exprimidor, solo o en colaboracion del adulto.
Preparar brochetas de fruta con palos de madera.
Que sea el propio niño quien se abra los postres lácteos (puede necesitar que se le levante previamente una esquina).
Trabajar masas para hacer pizzas, pan, empanadas o postres. El nino puede amasar, pasar el rodillo para alisar, hacer marcas, obtener figuras de moldes...
Usar mangas pasteleras de boquilla estrecha.
Animar al niño a que trocee algunos alimentos con el canto del tenedor, como salchichas, barritas de pescado, una hamburguesa fina, pescado...
 Introducir el uso de las tijeras de seguridad para cortar alimentos como si fuera un cubierto mas (al ser una actividad bilateral con cierta exigencia, le podremos ayudar estabilizando el alimento).

A la hora de la compra
Ser el encargado de empujar el carro o llevar la cesta.
Ayudar a colocar productos pesados, como el agua, la leche, el detergente, el suavizante, el saco de patatas...
Colocar los productos en la cinta de caja.
 Colaborar en el transporte de las bolsas de camino al coche, a casa...
Organizar los productos comprados (y pesados) en sus lugares habituales en la cocina o despensa.
Separa los envases presentados en pack, como yogures, flanes...
Abrir las cajas de la leche, romper los plásticos de los packs de agua...

Con la ropa
Si se tiende la ropa y llega al tenderete, que pueda ser el encargado de colocar y recoger las pinzas (en el mercado existen mucho modelos con diferentes tamaños y durezas). Puede pensarse en poner una cuerda a su altura.
Recoger la ropa, especialmente la de tamaño mediano y grande, ya que tendrá que tirar de ella con energía para lograr retirarla.
Encargarse de pasar la ropa mojada de la lavadora a la secadora.
A la hora de cambiar la ropa de cama (sabanas), puede ser el encargado de quitarla.

El reciclaje
Podemos nombrarle el encargado de asumir esta tarea que, por lo general, les suele encantar a los niños.
Hacer trozos los catálogos, trípticos, cartas o papeles que ya no queramos. Pueden usarse también las tijeras.
Romper y aplanar las cajas de las galletas, cereales y otros alimentos o productos.
Aplanar los Tetra Brik de la leche, zumo, batidos...

En el baño
Abrir los envases del gel, champú, suavizante...
Usar envases con dosificador (los que hay que apretar arriba para que salga el producto).
Echar en la mano o esponja estos productos.
Enjabonarse con la esponja (aunque luego el adulto deba darle un último repaso).
Usar, como elemento de juego en la bañera, jeringuillas de diferentes tamaños, botes con los que hacer trasvases de agua...
Aplicarse la crema corporal el mismo.
Retirar el tapón del dentífrico y aplicar la crema.
Cepillarse los dientes con un cepillo vibrador o de cabezal rotante.

Bibliografía
·  Franco, I. (2018). Psicomotricidad. Intervención terapeútica y neuroeducativa .Valencia: Universidad Internacional de Valencia.