viernes, 9 de agosto de 2019

LOS HÁBITOS

   [...] Los hábitos son pautas estables de comportamiento que les ayudan a organizarse. Son conductas que repetimos muchas veces hasta que llegan  a formar parte de nuestras actividades diarias. Es decir, los hábitos, después de cierto tiempo, se automatizan

   ¿Por qué es importante crear hábitos en los niños? 
   En primer lugar, los hábitos les permiten desarrollar conductas de autonomía. Y sentirse autónomo, además de incidencia positiva en su autoconcepto y autoestima, les ayuda a establecer relaciones más efectivas con los demás, ya sean adultos -padres o profesores- o iguales.
Los hábitos proporcionan a los niños formas adecuadas de comportamiento que les permitirán relacionarse de una manera más eficaz con los demás. Vienen a ser como los cimientos  desde los cuales adquirir los nuevos aprendizajes. Nos ayudan a estructurar y  organizar la vida cotidiana, determinando qué es lo que hay que hacer en cada momento. En definitiva, los hábitos dan seguridad y confianza.  [...]
    Enseñar hábitos es una tarea enormemente compleja, porque nuestros hijos tienen su personalidad, su particular forma de ser.  Cuando uno está forjando su personalidad siente una gran curiosidad por conocer sus propios límites, y una buena forma de descubrirlos es desafiando y echando pulsos a los padres. Se trata de una manera de decir "aquí estoy yo".

   [...] Cuando se educa en hábitos, es preciso enseñar a obedecer.   [...]

   Enseñar a obedecer no es enseñar a nuestros hijos a responder inmediatamente a aquello que les solicitamos: enseñar a obedecer es hacerles ver que el mundo en el que vivimos está regulado por normas, y que su incumplimiento trae consecuencias. Por tanto, es necesario que existan las normas claras, razonables, y adecuadas a las diferentes edades. Y también es preciso que conozcan cuáles son las consecuencias si las incumplen. Y que tengan la certeza de que siempre que se incumplan las normas van a tener que afrontar las consecuencias


Fragmento extraído del libro:
"Cómo sobrevivir a los suspensos de tus hijos", de Carlos Pajuelo. (Ed. Espasa)