lunes, 29 de julio de 2019

EL PERIODO DE ADAPTACIÓN

     El periodo de adaptación corresponde al proceso de transición mediante el cual el bebé o el niño debe abandonar su entorno familiar, que le proporcionaba seguridad y confianza, para ir descubriendo y adaptándose progresivamente a un nuevo medio desconocido: el cetro de educación infantil.
     Dicho periodo consiste en establecer jornadas breves de asistencia al centro, para que los niños se habitúen progresivamente al nuevo espacio. Durante los primeros días, se establecen de 2 a 4 horas de interacción en la escuela. A medida que  el niño se adapta, se van aumentando las horas de la jornada. Por lo general, este periodo abarca las dos primeras semanas de clase. En este periodo de tiempo el niño aprenderá a reconocer a sus profesoras, sus compañeros y su espacio de trabajo. También su humor irá mejorando. No obstante, variará en función de las circunstancias personales de cada niño.

    ¿Por qué es importante este periodo?
    - Contribuye a generar confianza entre el niño y sus nuevos profesores.
  - La ansiedad provocada por los nuevos estímulos se va controlando progresivamente. Para los pequeños todo es nuevo: el aula, las maestras, los juguetes, los compañeros, etc. Para familiarizarse con todo eso necesitan tiempo.  
   - Ayuda a disminuir el sentimiento de abandono en el niño. Las jornadas re
ducidas acortan el tiempo de espera en los pequeños. De esta forma, pueden ver a sus padres antes de lo esperado.
    - Cumplir con un buen periodo de adaptación crea un vínculo positivo entre el niño y la escuela.

    ¿Cómo pueden los adultos ayudar a sus hijos en este proceso?
    Es habitual  que los padres sientan temor, ansiedad, inseguridad y sentimientos de culpa por la separación. Pero sería importante que, en la medida de sus posibilidades, trabajen estos sentimientos antes para que con su actitud puedan, en ese momento, transmitir seguridad y confianza. Además, para ayudar a sus hijos en este proceso, los adultos deben tener en cuenta aspectos tales como:
  • Intentar no introducir cambios nuevos en esta etapa, como quitar el chupete o los pañales, cambiarlo de habitación, etc.
  • Preparar psicologicamente a los niños desde casa. Hablarles positivamente de la escuela y dialogar sobre lo que allí aprenden, de su profesora, de los amiguitos que va a hacer... es una buena estrategia. Responder a sus inquietudes minimizará el rechazo a lo desconocido.
  • Despedidas cortas. Prolongar la despedida solo ayudará  a aumentar la ansiedad del niño. Los padres deben evitar los abrazos largos y las explicaciones largas. Un beso en la mejilla y unas palabras de confianza debe ser suficiente. Nunca debemos desaparecer por arte de magia. 
  • Hay que transmitir seguridad y confianza. Si ven que los padres dudan o sienten miedo a la separación lo pasarán peor. 
  • Reconocer el esfuerzo de los hijos. Durante este tiempo, se deben valorar sus avances.
  • Es normal que los primeros días  quieran llevarse un objeto de casa, para que les de seguridad.
  • No perder la continuidad en la asistencia. 
    ¿Qué dificultades pueden presentarse en este periodo?
   Este periodo puede traer aparejados cambios de  conducta en los niños. No todos se manifiestan de la misma forma. La mayoría llora, otros no, algunos se mantienen aislados, expectantes, como observadores silenciosos, y otros, después del primer impacto, se distraen y participan de las actividades que se les ofrecen.
    En poco tiempo veremos lo bien que se adapta. Notaremos que está adaptado cuando se sienta lo bastante seguro como para mostrar su mundo emocional, para dar y aceptar afecto y para intercambiar experiencias. Algunos niños presentan problemas asociados a esta etapa como alteración del sueño o falta de apetito. Hay tantas reacciones como niños, y cada niño a su vez va modificando y variando sus manifestaciones a lo largo del proceso de adaptación. Suele ser algo pasajero y se soluciona con cariño y comprensión.

   ¿En cuánto tiempo debe lograrse la adaptación?
    La capacidad que tienen los niños para integrarse a un entorno y hábitos nuevos depende de su forma de ser. Por eso, el tiempo que debe durar el periodo de adaptación son relativos a la historia personal y social de cada niño, y es importante respetarlos individualmente. No debe perderse de vista que el periodo de adaptación es eso, un periodo, no es para siempre. 



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